Arcade Fire - Reflektor

Estreno blog con uno de los discos más peliagudos a los que me he enfrentado en los últimos meses: el cuarto álbum de estudio de los canadienses Arcade Fire, lanzado hace pocos días y que desde entonces está generando todo tipo de opiniones en la red por el cambio de estilo que ha adoptado la banda, pasando de un sonido épico y barroco a uno más electrónico y bailable. Tras una primera escucha rápida, mi primera impresión fue de "¿qué coño acabo de escuchar?", pero después de varias escuchas más y unos cuantos días para digerirlo, ya tengo una opinión formada sobre él.

Antes de meterme de lleno en el disco en sí, debo decir que para un servidor, estamos ante una de las bandas más grandes –si no la que más- en lo que llevamos de siglo. Hasta este momento han llevado una carrera inmaculada: tres discos, tres obras maestras (destacando entre ellos su obra cumbre, ‘Funeral’), la crítica mundial rendida a sus pies y, además, un éxito comercial cada vez mayor. Con el lanzamiento de este álbum, hay cosas que no cambiarán: seguirán llenando estadios, seguirán contando con el apoyo mayoritario de la crítica y seguirán liderando las listas de ventas de medio mundo. Pero hay algo que sí ha cambiado, y es lo más importante: ‘Reflektor’ es la primera no-obra maestra de Arcade Fire.

¿Podemos hablar entonces de decepción? Sí y no, me explico: ‘Reflektor’ no es un mal disco, de hecho es muy bueno y está lleno de matices. Puede que sea su primer disco en no llegar al sobresaliente, pero sí se mantiene sobradamente en un notable. Contiene joyas que demuestran que los canadienses conservan parte de su genialidad, como ‘Reflektor’, ‘Here Comes the Night Time’, ‘Normal Person’, ‘It’s Never Over’ o ‘Afterlife’. Pero, y aquí viene el principal problema, es un disco muy largo. Pero largo de cojones: dos CDs que del tirón suman casi 80 minutos. Esto hace que inevitablemente tenga que recurrirse a algunos temas "de relleno" que restan puntos al conjunto, cuando si algo bueno tenían los discos de Arcade Fire es que mantenían una regularidad bastante alta. Y lo mismo que digo del disco se puede aplicar a las canciones, algunas son excesivamente largas y ganarían bastante si duraran la mitad. 

Insisto, aunque parezca que esté rajando de él, me parece un disco bastante bueno que ya lo quisieran muchos grupos actuales, le han echado un par de huevos para romper con el sonido que habían creado hasta ahora, cosa que siempre es de alabar, y qué coño, que escuchar al gran David Bowie, aunque sea en plan cameo, siempre es una gozada. Pero dejando a un lado sus virtudes, que las tiene y muchas, uno no puede evitar quedarse con una sensación agridulce al ver que Arcade Fire han bajado al mundo de los mortales y han dejado de ser una banda intocable. La gran incógnita ahora es saber hacia dónde tirará la banda a partir de ahora, porque sin duda, 'Reflektor' marca un punto de inflexión importante en su carrera. ¿Positivo o negativo? El tiempo lo dirá. 

Mi nota:

Tema destacado: Reflektor.