No nos engañemos. The Sounds siempre ha sido más un grupo de singles que un grupo de discos. Ninguno de sus álbumes en conjunto es del todo consistente -con excepción del notable 'Dying to Say This to You' (2006)-, pero siempre nos dejan un buen puñado de hits de ese pop-rock bailable y pegadizo al que nos tiene acostumbrado el grupo sueco. Desde sus inicios, siempre se han mantenido más o menos fieles a este estilo enérgico y desenfadado, aunque en su último álbum, 'Something to Die For' (2011), se atrevieron a coquetear con la electrónica, experimento que a mi gusto no les salió mal. Ahora, once años después de su debut, están de vuelta con su quinto álbum de estudio y el que probablemente sea el más flojo de los que han lanzado hasta la fecha.
El disco empieza fuerte con 'Shake Shake Shake', uno de los pocos cortes que recuerdan a los The Sounds de toda la vida y que ofrece lo que se espera de ellos. Sin embargo, después del subidón inicial, el álbum no tarda en perder fuelle y ya no vuelve a remontar el vuelo. Tiene varias canciones aceptables, por supuesto que sí, como 'Take It the Wrong Way', 'Outlaw' o 'Emperor', que por momentos nos hacen recobrar algo de esperanza, además de algunas baladas pasables como 'Weekend' o 'Great Day', pero la sensación general que a uno se le queda después de escuchar el disco al completo es de que el grupo liderado por Maja Ivarsson (ay omá) ha perdido parte de esa fuerza y energía que contagiaba al oyente y que hacía que, sin ser una banda del otro mundo, uno le cogiera cierto cariño.
Y eso es lo que más rabia da de este 'Weekend', que dejan ver pequeños atisbos de lo que han sido, pero no terminan de rematar la faena y marcarse un pepino del todo contundente como los hay en todos sus trabajos anteriores. Falta un 'Seven Days a Week', un 'Painted by Numbers', un 'Beatbox' o un 'Dance with the Devil'. Si tuviera que hacer un Greatest Hits a partir de sus cinco discos, no incluiría más de dos canciones de este último, y eso, para un grupo de singles como es The Sounds, no es suficiente.
No le voy a poner un suspenso porque al fin y al cabo, no es un disco que haga daño a los oídos e incluso se hace agradable de escuchar por momentos, pero desde luego no se trata de su trabajo más inspirado y solo cabe esperar que recarguen las pilas de cara al futuro para que sigan haciendo lo que mejor saben.
Mi nota:
Tema destacado: Shake Shake Shake.
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